Como siempre, nos acreditamos en la entrada y recibimos las dos consumiciones de Schneider que nos correspondía, pero para nuestra sorpresa también teníamos un vaso liso de regalo. El sector de la kermesse estaba repleto de chicos y no tan chicos que disfrutaron de todos los juegos. Cuando los chicos se cansaron, los grandes también probamos el toro mecánico que siempre acompaña la celebración.
Esta de más destacar la cerveza tirada, los chops de cerámica que son un clásico, los tragos de Jagermaister, las comidas típicas y los recuerdos para regalar. Sin olvidarnos de la cabina de fotos de la que siempre nos llevamos un lindo regalo.
Entre shows de música y baile típicamente germanos, la tarde se hizo noche y todas las familias y grupos de amigos nos deleitamos con un momento que esperamos todo el año. Una de las cosas que más me gusta es el ambiente familiar, los juegos, las canciones, todas las cosas que nos hacen conocer mejor a una cultura inmersa desde hace mucho tiempo en nuestro país.
¡Muchas gracias a todos los que hicieron posible que esta celebración fuese memorable como todos los años!
Galletitas deliciosas de Petit Sablé!
La feria y el toro
Gracias Schneider por acompañarnos
La comida deliciosa!!!
Sí, soy yo en el toro mecánico, jaja.
Un brindis por todos los que estuvieron en el Oktoberfest!
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